Las instituciones firmaron un acuerdo de colaboración para trabajar en conjunto en temas asociados a salud y seguridad en la industria minera, esto con el objetivo de transferir al mercado soluciones provenientes de las investigaciones y experiencias de ambas instituciones, según lo descrito por Varinka Farren, Gerente de Operaciones de SMI-ICE-Chile.

El pasado viernes se desarrolló la ceremonia de firma de acuerdo de colaboración entre el Sustainable Minerals Institute International Centre of Excellence Chile (SMI-ICE-Chile) y el Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI). Este acuerdo permitirá una serie de colaboraciones entre ambas organizaciones para el desarrollo de tecnologías que impacten en la industria minera.

En la ceremonia, el Director Ejecutivo de SMI-ICE-Chile, David Mulligan, manifestó la gran oportunidad que puede traer esta colaboración en el desarrollo de nuevas tecnologías en el marco de la línea de productividad del Centro de Excelencia, específicamente en el área de transformación digital.

Varinka Farren, Gerente de Operaciones de SMI-ICE-Chile, indicó que uno de los propósitos de este acuerdo es poder identificar las tecnologías que ya han mostrado avances del BNI y aplicarlas en la industria extractiva.

“La idea es generar una serie de propuestas que puedan ser presentadas a distintas empresas interesadas para dialogar y mejorar las soluciones de manera de optimizar el proceso y así poder llevarlas al mercado”, señala.

 

¿Cómo se conjuga la neurociencia con la minería?

 

Para Varinka Farren, este tipo de relaciones son muy gratificantes, “cuando se unen experiencias distintas se puede llegar a soluciones innovadoras que permitirán solucionar problemas reales”.

Andrés Couve, Director del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI), indicó que este convenio es una demostración de que se pueden establecer vínculos entre áreas que no son intuitivamente conectables.

“La investigación y su relevancia tiene un grado altísimo de incertidumbre. Cuando se está haciendo investigación uno no sabe dónde va a ocurrir la conexión con una potencial aplicación de ese conocimiento”, manifiesta.

Couve agrega que los científicos deben preocuparse de que la matriz de conocimiento sea diversa y compleja porque, sin poder predecirlo, “en algún momento se van a establecer conexiones con personas que hacen algo diferente, pero para quienes tu conocimiento va a ser valioso”.

Ejemplo de esta conexión entre disciplinas diversas se da en el campo de la salud y la prevención. La experiencia en el desarrollo de sensores fisiológicos por parte del BNI, sumado al conocimiento de la industria minera del SMI-ICE-Chile, está permitiendo la búsqueda de tecnologías que detectan el cansancio y la fatiga en trabajadores.

 

Investigación aterrizada en el mercado

 

Sebastián Reyes, Director de Transferencia Tecnológica e Innovación del BNI, indica que uno de los mayores problemas al momento de vincular la ciencia con la industria es hablar el mismo lenguaje. Sin embargo, eso se da de manera más fácil cuando el conocimiento se aterriza.

“Lo que nos reúne acá son proyectos asociados a telemedicina, telediagnósticos, monitorear la salud de manera remota y, en seguridad operacional, tecnologías que permiten mejorar la operación dentro de las salas de control de las mineras (…) tenemos dos mundos: científicos y empresas. Mezclarlos es complejo porque no están acostumbrados a conversar. Es necesario establecer un lenguaje común”, señala.

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