Junto a otros y otras nueve colegas, el investigador de SMI-ICE-Chile, Dilan Campos, publicó en el journal científico Water MDPI el artículo titulado: Land-Use Impacts on Soil Erosion: Geochemical Insights from an-Urban Drinking Catchment, South-Central Chile, sobre la influencia de los cambios en el uso del suelo en la erosión producida en la superficie terrestre de la cuenca Nonguén, en la Región del Bío Bío, Chile.
El estudio proporciona información crítica sobre cómo las prácticas forestales, específicamente la expansión de plantaciones exóticas, aceleran la degradación del suelo y afectan la composición geoquímica de los sistemas fluviales.
La investigación profundiza en la influencia de los cambios en el uso y cobertura del suelo sobre la erosión del suelo y los procesos de meteorización química. Para ello realizó un análisis geoquímico con oligoelementos e isótopos de litio (Li), en muestras de agua de río y sedimentos recolectadas de arroyos de estas subcuencas, con la finalidad de evaluar cómo las prácticas de manejo de la tierra, particularmente las actividades de plantación influyen en la composición geoquímica de los sistemas fluviales.
Los resultados muestran que las elevadas concentraciones de oligoelementos – esenciales para el mantenimiento de procesos fisiológicos vitales- se atribuyen principalmente al aumento de la erosión física producto de actividades forestales como la tala rasa y la alteración del suelo. En las subcuencas dominadas por plantaciones, las concentraciones de elementos como Fierro, Aluminio y Arsénico aumentan diez veces más que en las subcuencas dominadas por bosque nativo. En contraste, las subcuencas con cubierta de bosque nativo exhiben niveles más bajos de transporte de sedimentos y movilización de oligoelementos, lo que sugiere que la vegetación nativa ejerce un efecto estabilizador que mitiga la erosión del suelo.
El aumento de las cargas de sedimentos y las concentraciones de oligoelementos observadas en las subcuencas dominadas por plantaciones plantean preocupaciones sobre la sostenibilidad a largo plazo de las prácticas de gestión forestal, en particular en lo que respecta a sus impactos en la calidad del agua en las zonas de captación urbanas. Estos resultados son de gran relevancia para la gestión y las políticas ambientales, ya que subrayan la necesidad de más investigación y estrategias de uso sostenible de la tierra para minimizar la erosión del suelo y preservar los recursos hídricos en regiones que experimentan rápidos cambios en los patrones de cobertura y uso del suelo.
Junto a Dilan Campos, participaron también lo siguientes investigadores: Angela Contreras, Fernanda Álvarez-Amado, Maite Aguilar-Gómez, Pamela Castillo, Daniele Tardani, Camila Poblete-González, Joaquín Cortés-Aranda, Linda Godfrey y Nicolás Orellana-Silva.